sábado, 18 de febrero de 2017

Iglesia de Santa María de Bareyo, Cantabria


Para conocer su origen nos tenemos que remontar hasta el siglo IX, pues fue en este siglo cuando el Señor de la Casa Camino fundó, en la cercana localidad de Ajo, el monasterio de San Martín de Tours.
Fue hacia el año 900 cuando, para dar servicio espiritual a los habitantes de Bareyo, clérigos de San Martín de Tours se desplazaron tierra adentro, dando origen a un pequeño monasterio regido por un abad. De aquella vieja abadía que aparece mencionada en los cartularios de Santa María del Puerto ya en el siglo XII, nos queda la magnífica iglesia que hoy visitamos. Tantas modificaciones y añadidos ha sufrido a lo largo de la historia, que exteriormente solo en su ábside pude apreciar la belleza de su fábrica románica en toda su plenitud. En este ábside una bonita colección de canecillos decorados con formas vegetales o geometrías unos y figuras humanas o de animales otros, contemplan maravillados las magníficas ventanas románicas que se abren bajo ellos. Por dentro la Iglesia de Santa María de Bareyo, es amplia y proporcionada; articulada en una sola nave representa el templo más singular del románico cántabro, cuyo ábside de soberbia belleza atrapa todas las miradas. Pocos son los lugares en los que he tenido ocasión de encontrar y contemplar una imagen tan original como la que ofrece el interior de este ábside, con una doble arquería de medio punto superpuesta en dos alturas. Cinco arcos forman esta arquería inferior sustentados por unos capiteles sorprendentes, donde se representan cabezas humanas como único motivo decorativo, quizás las de los doce apóstoles. Sobre esta arquería baja, descansan los siete arcos de la galería superior, todos desiguales y todos hermosos donde llama poderosamente la atención, una figura barbada que sustituye a una de las columnas, de rustica talla con las manos unidas sobre el vientre y de significado incierto, ¿Será quizás el autor del edificio que contempla desde la altura la belleza de su obra? Creo que nunca lo sabremos. No es esta la única figura sorprendente que encontramos en el interior de esta iglesia, pues en sus capiteles aparecen animales fantásticos como arpías, bestiarios reales como leones o estupendas representaciones de escenas bíblicas como la resurrección de Cristo, que pude admirar en los capiteles de uno de los laterales del presbiterio. Siguiendo la escena labrada en la piedra de estos capiteles, puede ver como las tres Marías, representadas por los rostros de tres hermosas doncellas, miran incrédulas el sepulcro vacío abierto por un soldado, mientras tres soldados duermen y dos anónimos personajes contemplan toda la escena desde el interior de un lejano castillo. Dejaré que seáis vosotros mismos los que encontréis el resto de las historias que nos cuentan las piedras de este templo, eso sí antes de marcharme, os hablaré de la que es la joya más valiosa que encierra la iglesia de Santa María de Bareyo, su impresionante pila bautismal de estilo románico, que presenta un cuenco trilobulado apoyado sobre un pedestal en el que podemos ver a dos leones con un brazo humano entre las fauces y una cabeza humana entre ambos.






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INFORMACIÓN DE UTILIDAD



Visitas:

Abierto del 15 de julio al 15 de septiembre (Cerrado los lunes)
Todos los días visitas guiadas
De 10:00 a 13:30h y de 16:00 a 19:30h
Para más información 942 840 317

Si necesitas más datos ponte en contacto con la oficina de turismo de Bareyo que encontrarás en:

Casa de Cultura 
Calle Molino de la Lancha 56
39170- Bareyo
Tfno 942 62 10 42
Email cultura@aytobareyo.org

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