sábado, 25 de junio de 2016

Alcazar de Toledo




La situación privilegiada del Alcázar, asentado sobre las rocas en el punto más alto de Toledo ha hecho que desde muy antiguo diversas civilizaciones escogieran este lugar para levantar sus residencias y fortalezas por lo que desde tiempos de los romanos este lugar ha estado militarizado.





La larga y azarosa historia de este venerable edificio comienza en el siglo III, con la existencia de un palacio romano que fue sede del pretor. El rey visigodo Leovigildo estableció aquí la capitalidad de su reino y más tarde aquí se establecieron las tropas musulmanas que lo llamaron Al-Qasar que significa fortaleza. Tras su reconquista los cristianos lo restauran, amplían y embellecen considerablemente y Alfonso X el Sabio completó la fachada oriental y mando construir las cuatro torres de planta cuadrada que forman sus esquinas. Bajo la dinastía de los Trastámara el Alcázar pasa a ser residencia real. Pero el gran constructor del alcázar de Toledo fue el emperador Carlos I que ordenó las obras que le han dado a este edificio la prestancia con la que se muestra al día de hoy. Durante la guerra de sucesión fue incendiado por las tropas austriacas, en la invasión francesa Napoleón ocupa el alcázar con un gran número de hombres y de artillería sufriendo otro devastador incendio destruyéndolo casi por completo. En 1867 comienzan las obras de reedificación y cuando finalizan estas el Alcázar vuelve a gozar del esplendor de antaño o incluso más pero poco después en 1887 sufre otro devastador incendio que vuelve a destruirlo totalmente. Pero aún libró otra batalla esta fortaleza y es que durante la guerra civil española fue utilizado por las fuerzas de sublevación como punto defensivo y de resistencia de la Guardia Civil por lo que las tropas de la II República lo asediaron durante setenta días a consecuencia del cual quedo nuevamente destruido. En la actualidad la vida del alcázar se ha vuelto más sosegada y su misión consiste en mostrar su historia y los museos del ejército que alberga en su interior.


El Alcázar de Toledo es un edificio compacto organizado en torno a un patio rectangular cerrado por una doble galería de arcos de corte clásico con una impresionante y espectacular escalera que da acceso al segundo nivel. De su exterior impresiona su grandeza, austeridad y fortaleza que se ve engrandecida por sus imponentes torres de planta cuadrada de sus esquinas. Su fachada principal está dividida en tres pisos en los que sus ventanales se repiten simétricamente en torno a los cuales se concentra toda su decoración y sobre la puerta destaca un enorme escudo imperial el de su principal constructor el emperador Carlos I.


Aquí terminamos nuestra visita al Alcázar que después de ser destruido en varias ocasiones ha resurgido de sus cenizas y hoy es visible casi desde cualquier punto de la ciudad de Toledo que se muestra confiada bajo su recia protección
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Información complementaría:                                              

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                             Alcazar de Toledo, Información y horarios
        

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